Investigadores de la Universidad de Stony Brook en Nueva York (Estados Unidos) descubrió cuál es la postura correcta para dormir y que no afecta a nuestro cerebro.
Descansar boca abajo no es recomendable porque nuestro cuello permanece girado durante horas para poder respirar. Esto modifica la curvatura cervical y provoca que tengamos que lidiar con diferentes problemas: cervicalgias, tendinitis, entre otros.
Por eso concluyeron que dormir en posición lateral reduce las posibilidades de desarrollar alzheimer o parkinson. Además, ayuda a eliminar más eficazmente los residuos del cerebro cada día durante el sueño.
Los científicos lo descubrieron con imágenes de resonancia magnética. Allí captaron que el sistema glinfático funciona mejor durmiendo de esa forma.