El 12 de octubre de 1969, un anónimo llamó a una radio en Dearborn, Estados Unidos, dando la información de que Paul McCartney había muerto. Que esto había ocurrido años atrás, y que la banda, en pleno apogeo, lo había ocultado y puesto un “doble” en su reemplazo.
Según la leyenda, el 9 de noviembre de 1966 Paul McCartney abandonó el estudio de grabación de Abbey Road tras una fuerte discusión con sus compañeros. De acuerdo al rumor, Paul, furioso, manejaba su Aston Martin a toda velocidad y en un cruce, pasó un semáforo en rojo y fue arrollado por un camión. Supuestamente, la cabeza del Beatle había quedado tan desfigurada que habría sido necesario acudir a la muestra dental para identificarlo.
La historia cuenta que el representante de la banda consiguió que la policía no hiciese referencia a la muerte de Paul en el accidente. El paso final fue buscar a un sustituto, ya que el grupo no podía perder a un integrante en el momento de mayor popularidad. El elegido habría sido un hombre llamado William Campell, de gran parecido con Paul.
Desde ese momento, la leyenda se acrecentó con miles de artículos, publicaciones y rumores. Indicios en las grabaciones a partir de 1967, diseños gráficos de las portadas originales en las que muchos encuentran señales de que algo le habría ocurrido a Paul y personas que dicen escuchar mensajes ocultos pasando las canciones en sentido contrario son las misteriosas "evidencias".
McCartney, por su parte, siempre tomó el tema con ironía y nunca ha desmentido el rumor. Ahora, la verdadera "leyenda" llega a Córdoba y lo podremos ver el 15 de mayo, a las 21 horas en el Estadio Kempes.