Tenía tan sólo cuatro meses de vida cuando le diagnosticaron un tumor cerebral inoperable. Los padres del pequeño no podían creer lo que estaba ocurriendo, los médicos no tenían esperanzas de que pudiera llegar al año.
Sin embargo, la vida le dio una segunda oportunidad a Jimmy Spagnolo, quien seis años más tarde, logró hacerle frente a la enfermedad y decirle chau al cáncer. La lucha valió la pena y hoy pudo festejarlo a su manera y volver a sonreír.
En el Hospital de Niños de Pittsburhg, en Pensilvania, Estados Unidos, el nene dio por finalizado las sesiones de quimioterapia y allí, con mucha alegría, Jimmy tocó la campana para marcar el fin de su tratamiento, algo que se volvió costumbre en ese lugar.
Por supuesto que todos se emocionaron y contagió con su felicidad a cada uno de los que estaban presentes. Ahora deberá someterse a una resonancia magnética para confirmar que el tumor no volvió.
“La sonrisa de Jimmy, su festejo, las expresiones en su cara y la forma en que acepta cada momento es lo que conmueve a la gente y fue totalmente emocionante verlo. Hacer sonar una campana es un símbolo, es una victoria, una cosa tangible que muestra cómo uno supera la adversidad, pero es más que eso. Es la esperanza”, escribieron sus padres en Facebook.