El uso de internet debería permitirse a los niños de acuerdo a su maduración cognitiva a partir de los 12 años y bajo supervisión de un adulto.
Antes de los 2 años, el uso de pantallas electrónicas afecta de manera negativa el lenguaje, la lectura y la memoria. En niños de edad escolar, las pantallas pueden utilizarse en lapsos no mayores de dos horas y con fines meramente educativos. Deben preferirse los dispositivos táctiles por ser más interactivos y enriquecedores.
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