Una propuesta retrógrada y ridícula. Las mujeres egipcias salieron a protestar contra la idea del funcionario El-Hany Agina, miembro del Comité Parlamentario para los Derechos Humanos, quien propuso que las jóvenes presenten un certificado de virginidad para continuar con sus estudios universitarios.
Para demostrar que son señoritas deben someterse a un test que certifique que no tuvieron relaciones sexuales. De esta forma, serán aceptadas en la universidad.
Pero hay más. Desde las instituciones educativas deberán poner en alerta a los padres de aquellas mujeres que no puedan demostrarlo. Además, con esta medida, pretende limitar los matrimonios urfi, es decir, los que se realizan en secreto y casi sin testigos, donde los jóvenes buscan tener sexo prematrimonial.
Después de estas declaraciones machistas, el Consejo Nacional para las Mujeres (ENCW) anunció que demandará a Agina por sus “declaraciones ofensivas en contra de la mujer en Egipto”.