Las víctimas fatales eran musulmanes de entre 35 y 70 años de edad. Todos fueron sorprendidos por los atacantes dentro del salón religioso. No pudieron escapar, ante la frialdad y la rapidez con la que acturaron los asesinos. Sólo tres personas quedaron con vida y fueron trasladadas a en grave estado a un hospital.
La mezquita ya había sido el blanco de los fanáticos en diciembre de 2016. En esa oportunidad, desconocidos pusieron una cabeza de cerdo colgada en la puerta de entrada.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el presidente del Centro Cultural Islámico de la ciudad de Quebec, Mohamed Yangui coincidieron en asegurar que los atacantes son integrantes de un grupo terroristas.
Trudeau se mostró consternado por las muertes innecesarias. "Quebec rechaza categóricamente esta violencia bárbara. Esta noche, los canadienses lloran por los muertos en el cobarde ataque en una mezquita de Quebec City. Mis pensamientos están con las víctimas y sus familias", expresó.
Los terroristas dispararon a los inocentes con fusiles AK47, dieron en Radio Canadá.