La inseguridad y sus brutalidades no son solo alarman e indignan en Argentina. Los países del sur y centro de América atraviesan situaciones similares y un nuevo asesinato en México provocó estupor.
El pasado fin de semana, los padres de un nene de 12 años salieron y lo dejaron en la casa junto a un hermano, también menor. Por la noche, tocaron la puerta y el pequeño fue a atender.
Al darse cuenta de que eran varios ladrones, su impulso fue gritar pidiéndole ayuda al hermano mientras intentaba bloquear la entrada. Pese a que la resistencia era mínima, uno de los delincuentes metió la mano y disparó.
El tiro, de una pistola calibre 25, le impactó en la frente. Según medios mexicanos, paramédicos de la Cruz Roja lo atendieron rápidamente y trasladaron a un hospital, donde finalmente murió. La Policía aún busca a los asesinos, cuya identidad es desconocida.