La historia tiene decenas de héroes que no dudaron en unirse y salvar a una familia.
El hecho ocurrió en una playa de Panama City en la Florida (Estados Unidos).
Todo comenzó cuando Roberta Ursrey, quien compartía un día de playa con su familia, escuchó los gritos de sus dos hijos, Noah, de 11 años y Stephen de 8, quienes estaban siendo arrastrados por una corriente que los alejaba de la orilla.
Ante la desesperación, la familia se fue metiendo al mar para socorrer a los niños y en un momento, los nueve integrantes estaban pidiendo ayuda.
La rápida reacción de dos bañistas, Jessica Simmons y su marido, quienes decidieron actuar de inmediato y formaron una cadena humana de al menos 80 personas y no hubo que lamentar víctimas.
Una de las personas atrapadas en el agua sufrió un ataque al corazón cuando luchaba contra la corriente, pero recibió atención médica a tiempo.