Un comienzo de Año Nuevo oscuro y tenebroso se vivió en el partido bonaerense de Coronel Suárez. La noche de la celebración, Raquel Baumgerther discutió con su marido Pedro Schifelbain cuando se quedaron solos en su casa.
Pero algo se fue de las manos y todo terminó en una verdadera tragedia. En medio de la violencia, la mujer le pegó con un palo y lo asfixió dejándolo tirado inconsciente en el suelo. Nunca imaginó que podía llegar a matarlo. Ante la desesperación, tiró el cuerpo en el pozo séptico de su vivienda.
La familia de la víctima estaba preocupada porque no sabían de su paradero desde el domingo. Baumgerther no ayudaba a resolver el enigma, por eso, una de las hermanas de Schifelbain se acercó a la comisaría para realizar la denuncia.
La primera sospechosa era la mujer. Comenzó la indagación y ella se contradecía todo el tiempo, hasta que confesó el crimen tras sentirse acorralada. La Policía procedió al allanamiento de la vivienda y encontró el cadáver en una bolsa con ladrillos a un metro y medio de profundidad. Estaba atado de pies y manos, con la cabeza cubierta por un plástico.