El pequeño departamento mendocino de Tupungato, de 35 mil habitantes, no sale del asombro y la indignación. Todo comenzó el lunes, cuando una nena de 11 años desapareció de su casa.
Desesperado, el padrastro salió a buscarla y la encontró cerca de un descampado. Allí, un depravado la estaba abusando sexualmente, según informó Diario Uno.
Pero el responsable de la nena no llamó a la policía y tuvo una actitud aberrante: registró al violador, a quien conocía previamente, le pidió su teléfono celular y otros objetos antes de dejarlo escapar.
El abusador fue detenido en el Hospital General Las Heras, al que fue para atenderse de varias heridas, y denunció la extorsión del padrastro. Ambos fueron detenidos e imputados por abuso sexual y coacción del hecho delictivo, respectivamente.