"Ese día murió una parte de mí". Esas fueron las palabras de Fernanda Guardia, a cinco meses del trágico accidente en Avenida Circunvalación. Sol Viñolo y Agustín Burgos murieron atropellados por Alan Amoedo, un joven que conducía borracho y drogado.
La única sobreviviente de este crimen vial estuvo internada más de dos meses en grave estado: quedó en silla de ruedas con quebraduras en su pierna derecha, le hicieron un injerto porque tenía un hueco, todavía no puede pararse y debe volver al quirófano.
"Alan Amoedo es un asesino y sigue libre"
Todos los días toma antibióticos, pastillas psiquiátricas, anticoagulantes, protector gástrico y tiene una infección intrahospitalaria que retrasa la operación. "Tengo el hígado destrozado, no es solo las piernas… es todo el cuerpo y la cabeza. Ese día murió una parte de mí. Siempre me gustó correr, andar en bici, jugar al fútbol. Con suerte podré caminar", manifestó con profundo dolor en diálogo con Perfil Córdoba.
Alan Amoedo está imputado por homicidio simple con dolo eventual y lesiones graves. Sin embargo, está en libertad.
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"Tomó alcohol, consumió merca, agarró un auto, se filmó, dejó las evidencias, elevó la velocidad y adelantó por banquina. Se encontró con un auto estacionado y terminó todo. Las pericias confirman científicamente lo que pasó. Alan Amoedo es un asesino y sigue libre", cuestionó Fernanda.
Sobre esa línea, apuntó contra el fiscal Tomás Casas a cargo de la investigación del siniestro: “El fiscal Tomás Casas, presente en la ausencia, ¿qué hizo? Entiendo el derecho de toda persona de que se respete su inocencia. Pero las pericias confirmaron que es un asesino, tuvo actitudes de desprecio por su propia vida, por las ajenas. Es un peligro para la sociedad".