Parece que son varios los policías cordobeses que se esmeran para ser noticia pero no por cumplir con su deber. En pocos días nos enteramos de un subcomisario preso por liderar una banda delictiva, de un suboficial que robó un vaso térmico de un hipermercado y de un cabo que conducía un auto robado.
A la lista se suma el agente Luis Ángel Peralta, de 31 años, que protagonizó, esta madrugada, un escándalo en el boliche Loft de barrio General Paz. Siendo las 4 de la mañana, los encargados del local advirtieron que se estaba colgando de unos cables del equipo de sonido, en una clara actitud peligrosa.
Tres efectivos, dos hombres y una mujer, que hacían adicionales lo acompañaron hasta la salida pero el agente, en evidente estado de ebriedad, comenzó a a insultarlos, a decir que era policía y a amenazarlos con denunciarlos. En ese momento, se hizo presente el Comisario Alberto Gaitán, jefe de la comisaría 6º Bis.
Al intentar identificarlo, Peralta se dio a la fuga y fue perseguido hasta ser detenido. En el forcejeo, le dobló la mano a la cabo Laura Moreno, sacándole el reloj de la muñeca.
Cuando finalmente lograron reducirlo, Peralta comenzó a golpearse contra el patrullero, provocándose heridas que obligaron a llevarlo al Hospital Córdoba. Allí, debieron solicitar ayuda a personal de Grupo Especial de Salvamento (GES) para poder controlarlo.
El agente Peralta es integrante del Depósito General de Efectos Secuestrados de la Dirección General de Investigaciones Criminales y de su vehículo Renault Clio se secuestró su arma reglamentaria marca Bersa.