En Laboulaye, el pasado sábado 6 de enero, un pequeño de apenas cuatro años estaba jugando con su hermano en el patio de la casa cuando ocurrió lo impensado: encontró kerosene y, por causas que todavía se desconocen, se prendió fuego.
Por las quemaduras en su cuerpo fue atendido en el hospital regional Ramón Cárcano y, este martes, lo trasladaron al Hospital de Niños de la capital cordobesa. Allí se encuentra internado en grave estado.
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Ante la gravedad de la situación, los médicos lo indujeron al coma. Su estado es reservado, aunque lograron estabilizarlo. Además, se conoció que las llamas le provocaron heridas en el 60 por ciento de su piel.