Los productores pasan por momentos de angustia y desesperación. El agua y el barro anegaron los caminos. Muchos camiones que sacan la producción de los campos, quedaron empantanados a mitad de camino. Otros se tumbaron intentando llegar al asfalto. Los tambos están funcionando al limite de lo imaginable.
Para poder sacar los vehículos empantanados, los productores utilizan tractores. El drama de la inundación afecta a todos por igual. En los pueblos del suroeste, el agua sigue avanzando. En Pozo del Molle las calles son verdaderos ríos.
Escuchá acá los testimonios y mirá las imágenes de cómo tiran la leche y se la toman los perros.
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