Los estudiantes rinden más en ciencias, matemáticas y lectura. En cambio, quienes usan redes sociales bajan su rendimiento.
Según el último informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes, conocido como PISA, los alumnos que juegan online rinden mejor que los que usan redes sociales. Y hay más: el mayor rendimiento y las calificaciones más altas se da en las áreas de ciencia, matemática y lectura.
Aunque no hay una relación directa entre el juego y el rendimiento, sin duda, los juegos en red, obligan al estudiante a entrenar el cerebro según la lógica y la estrategia para cumplir misiones. También aprenden a jugar en grupos o de manera estratégica analizando ventajas y desventajas de cada decisión. Básicamente es el uso de la lógica aplicada a través del juego.
Ninguna otra actividad insume tanto tiempo de dedicación de los chicos. La práctica es constante y no se siente como una obligación. El juego es parte de la diversión de los estudiantes.
El estudio fue publicado en la revista internacional Journal of Communication. Según detalla, el estudio se basó en más de 12 mil estudiantes de 770 escuela de Australia. El resultado principal: los alumnos que jugaban casi todos los días, obtuvieron 15 puntos por encima del promedio en las pruebas de PISA de matemática y lectura y 17 puntos por encima del promedio de ciencia.
El dato que faltó. En el estudio no se detalla qué tipos de juegos, un detalle fundamental porque según las características es el esfuerzo que demanda del jugador. La conclusión se saca, entonces, en que cuando se realizó el estudio, los juegos más populares eran los online multijugador como League of Legends, World of Warcraft y DOTA. Otras competencias que se desarrollan son habilidades de percepción visual y motriz básicas.
En la vereda opuesta se sitúan los alumnos que pasan el tiempo de conectividad en las redes sociales. En este caso, durante la pruebas de PISA, obtuvieron menos calificaciones, un 4 por ciento por debajo del promedio. Al parecer, la razón principal es que, durante la navegación en redes, sólo se comenta de manera superficial sobre distintas cuestiones. No hay metas ni necesidad de diseñar estrategias. Por lo tanto no se ejercita el cerebro. Los estudiantes que se conectaban diariamente a redes sociales sacaron en promedio 20 puntos menos en matemática que los que no las utilizaban para nada.
La función de los maestros. A pesar de obtener un aprendizaje importante, el maestro o el profesor sigue siendo clave. Es el ordenador que fija objetivos y acompaña en el crecimiento educativo por competencias de cada alumno. Hoy, las escuelas tienen el enorme desafío de educar millenials y las discusiones pasan sobre si es correcto transformar a la escuela en un lugar entretenido al estilo games o mantener una estructura que ya tiene más de un siglo.
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