Las superpotencias del fútbol mundial, como el Barcelona, afinan al máximo los criterios para elegir a sus jugadores. Además de las condiciones técnicas, físicas y tácticas ahora suman el entorno familiar.
La prueba está en cinco de las últimas seis incorporaciones que realizó la entidad catalana: todos tienen una pareja estable, excepto el francés Umtiti, y mantienen una buena convivencia.
Lucas Digne, André Gomes, Denis Suárez, Jasper Cillessen y Paco Alcácer son los nuevos que han reunido todos los requisitos, incluyendo el de la "familia ordenada".
El estudio de la vida personal de los futbolistas está a cargo de la dirección deportiva del club que apunta a jugadores jóvenes sin sobresaltos amorosos, ni escándalos mediáticos.
La tranquilidad en el plano individual, entienden en el Barcelona, permite que los refuerzos se adapten con mayor facilidad a las exigencias de la entidad y asimismo bajen el riesgo de lesiones que se suelen provocar por la falta del famoso entrenamiento invisible.
La única excepción que se permitieron en el último mercado fue la del defensor francés Samuel Umtiti, un joven de 22 años que está soltero, pero los ojeadores pudieron comprobar su responsabilidad y profesionalismo.