Un ejemplo de vida y superación. Así haga frío, calor o llueva, nada debe convertirse en una excusa para no salir a correr o ir al gimnasio. La historia de Andrew Jones nos hace dar cuenta lo esencial que es tener buena salud.
El joven recibió en 2012 la peor noticia: fue diagnosticado con miocardiopatía hipertrófica, una enfermedad cardíaca que perjudica el bombeo de la sangre a todo el cuerpo.
Como el trasplante de corazón nunca llegó, siendo hasta ese momento la única solución, los médicos decidieron implantarle un dispositivo de asistencia ventricular, que está conectado a una mochila que debe llevar consigo las 24 horas del día.
Jones nunca bajó los brazos y, a pesar de la terrible situación, decidió continuar con su vida como nada hubiese pasado. A través de las redes sociales, donde tiene más de 35 mil seguidores, comparte fotos donde muestra sus cicatrices y su dura manera de entrenar en el gimnasio: “Soy el zombi más apuesto que vas a ver en toda tu vida”, bromea riéndose de sí mismo.