La carrera trágica ocurrió en la localidad de Atahona, este fin de semana. Al menos cien personas, participaron de la feroz golpiza contra el frustrado apostador.
Según la policía, el dueño del caballo, Julio César Gómez, estaba a punto de perder una importante suma de dinero. Desesperado, intentó parar la cuadrera clandestina. Su actitud desató la furia de los otros apostadores que lo atacaron y comenzaron a pegarle.
En medio de la pelea, llegaron dos policías que lograron separarlo, pero enfurecido se metió otra vez en la trifulca y al final terminaron con su vida.
El cuerpo no presentaba heridas de arma de fuego, ni signos de haber sido apuñalado. El caso está en manos de la justicia de Simoca. Por ahora, no se ordenaron detenciones.
Este tipo de carreras están prohibidas, pero en el campo y lugares aislados se realizan sin ningún tipo de control. En las apuestas corren importantes sumas de dinero.