Isabelle Dinoire fue atacada por su perro labrador, lo que le provocó series y profundas heridas en su rostro. Después de ese trágico hecho, se convirtió en la primera persona en ser sometida a un trasplante de rostro: le colocaron una boca, nariz y mentón nuevos.
La mujer oriunda de Valenciennes, norte de Francia, luchó hasta el día de hoy por las consecuencias que le trajo esa cirugía. Murió a los 49 años tras contraer dos tipos de cáncer.
Dioire debió realizarse diferentes tratamientos para impedir que la piel injertada en su cuerpo no sea rechazada por incompatible. Sin embargo, su organismo no la aceptaba y los medicamentos ya no los soportaba.
Cada vez que se miraba al rostro, la francesa no podía reconocerse. “Antes de la operación esperaba que mi nuevo rostro luciera como yo, pero al salir de la cirugía era mitad yo y mitad ella”, había confesado en referencia a su donante.
Isabelle Dinoire, después de ser operada en 2006.