Es tan grande que los límites establecidos por las normativas no le alcanzaron. La casa que levantan Luisana Lopilato y Michael Bublé es soñada por cualquiera, menos por sus futuros vecinos de Burnaby, Canadá.
La propiedad tendrá 8.420 metros cuadrados, una pista de hockey sobre hielo en el sótano de 720 metros cuadrados y, aunque solo tendrá un piso, contará con subniveles bajo tierra. Solo los lotes, de un tamaño muchísimo mayor al de los demás, le costaron al matrimonio un millón de dólares. Así se ven en la foto satelital:
El problema es que la casita está plagada de irregularidades y los vecinos denuncian a la alcaldía por corrupción por permitir que sobrepasen las medidas, según informó BigBang.
Por ejemplo, la cantidad de metros cuadrados cubiertos supera a lo permitido. Los paredones para no mostrar su vida íntima son de dos metros y medio, el doble de lo que marca la ordenanza.
“La pared es necesaria por motivos de seguridad, pero será suavizada con setos a lo largo de su cara exterior”, justificó el arquitecto. "¿El doble del permitido? Es indignante, definitivamente no me gusta nada", se quejó Boris Prykhopko, uno de los vecinos.
¿Qué pidió Luisana?
La actriz tendrá su propia cancha de tenis, uno de sus deportes favoritos. También ordenó construir una pileta climatizada en el jardín, para paliar las bajas temperaturas del invierno canadiense. El exterior se completará con una "casa de servicio" de otros 55 metros cuadrados.
El plano indescifrable de la nueva mansión de los Bublé.