En distintas regiones de las provincias de Córdoba, Buenos Aires, La Pampa y Santa Fe, el panorama es desolador. Se ven campos, estancias, animales y herramientas del agro tapados por el agua.
Por ahora no hay mucho por hacer. Los expertos aseguran que la solución es esperar la primavera para que el sol haga su trabajo evaporando el 35 por ciento del agua. Entre un 20 y un 25 tiene que drenar con los días a pesar de que el suelo está saturado de humedad y el resto debe correr hacia el mar, en la provincia de Buenos Aires.
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Mientras tanto, la Nación prometió en medio del desastre encarar una solución anunciada muchas veces. El presidente Mauricio Macri retomó el Plan Nacional del Agua. El emprendimiento consiste en terminar las 102 obras que cuentan con un presupuesto de 44 mil millones en los próximos cuatro años. Del total, unas 70 están en ejecución y 9 en proceso de licitación.
Las pérdidas económicas son millonarias. Las inundaciones dañaron el 25 por ciento de la producción agrícola y el 34 por ciento del stock vacuno a nivel nacional. Además, el 60 por ciento del rodeo vacuno de Buenos Aires está en la zona afectada. Esto representa un 34 por ciento del stock nacional.
En Buenos Aires diez ciudades están en situación crítica. Según el Boletín oficial las otras regiones en emergencia son los departamentos de Quemú Quemú, Catriló y Capital, en La Pampa; los departamentos de Fray Justo Santa María de Oro y 2 de abril, en Chaco; y los partidos bonaerenses de General Arenales, General Pinto y Lincoln, General Villegas, Pellegrini, Bolívar, y algunos establecimientos de Hipólito Yrigoyen, Junín, Daireaux y Guaminí.