Desde hacía varios días, los vecinos de la maestra Clara Castro (56), no la veían entrar ni salir de su casa. Por eso, decidieron llamar al 911, preocupados por su desaparición. Vivía en barrio San Carlos de la ciudad de Salta.
La mujer fue hallada muerta en el piso de una de las habitaciones de su vivienda. Los policías la encontraron con la cabeza tapada con una bolsa, maniatada y con varias heridas de arma blanca.
Lo que nadie imaginó que el vecino era el responsable de semejante matanza. En el domicilio de al lado donde ocurrió el crimen, un adolescente de 16 años sorprendió a su familia con la peor confesión: “Me mandé una macana con la vecina”.
Inmediatamente el padre lo entregó a la comisaría y aseguró que su hijo tenía pocos recuerdos de lo que había ocurrido. Los investigadores creen que el joven haya sufrido un brote psicótico a causa del consumo excesivo de bebida alcohólicas con clonazepam.