Pasan los años, pasan los gobiernos y los problemas siguen siendo los mismos. Los abuelos siguen haciendo filas eternas para cobrar su jubilación en el banco. Aunque la tarjeta de débito parece ser una solución, los abuelos argumentan que el monto a extraer es limitado y se necesita todo el dinero en mano.
Aunque los empleados del Banco aseguran que los cajeros están cargados normalmente, ya hay gente que sale del cajero automático con las manos vacías y teniendo el fin de semana largo encima.
El proyecto de ordenanza aplica un impuesto por las colas que hace la gente en los cajeros automáticos. La otra se aplica en la compra de los 0 kilómetros.