Leyendo una autocrítica de Agustín Pichot, quizá el más grande ídolo del deporte junto con Hugo Porta, me pareció interesante sumarlo al debate sobre la violencia que está fuertemente instalado en nuestra sociedad.
La agresión quedó registrada por las cámaras del taller. El expolicía además amenazó al dueño del lugar con un revólver. Ocurrió en provincia de Buenos Aires.