La suba de retenciones en el maíz, el trigo, la carne y los derivados de la soja aparece por estos momentos como el punto central de una áspera negociación entre el Poder Ejecutivo y los gobernadores de las provincias afectadas por la medida, entre ellas Córdoba.
A poco de cumplir siete semanas de gestión, Javier Milei regresó del Foro de Davos con la idea de avanzar con la ley ómnibus como sea. El objetivo del Gobierno nacional es apurar el debate y avanzar con el dictamen de comisión este martes.
Durante la reunión de gabinete que encabezó en las últimas horas, el presidente volvió a lanzar una fuerte advertencia para los gobernadores que todavía rechazan el megaproyecto. “Si no se aprueba la ley ómnibus, el ajuste va a ser peor para todos, sobre todo para las provincias”, fue la frase del libertario, según pudo saber Clarín.
El jefe de Estado instó a los mandatarios a gestionar ante los legisladores de sus provincias el acompañamiento al texto. Recordó que el ministro de Economía, Luis Caputo, señaló semanas atrás que “en la medida que la ley no pase, las medidas van a ser más duras y los argentinos van a sufrirlas más”.
Martín Llaryora y su par de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, lideraron el rechazo al aumento de retenciones en productos claves como la soja y el maíz, pese a su intención inicial de “ayudar” y “darle gobernabilidad” a la nueva gestión de La Libertad Avanza.
+ MIRÁ MÁS: Contundente respuesta de Llaryora sobre el posible uso de cuasimonedas en Córdoba
Desde la Casa Rosada aseguran que Milei no negociará este punto de conflicto con varias jurisdicciones. Incluso Manuel Adorni, portavoz presidencial, afirmó en su conferencia de prensa de este martes: “Lo que va a pasar (si no se aprueba la ley) es que se ajustarán las cuentas públicas, y esto va a incluir revisar todas y cada una de las partidas que se transfieren a las provincias, sin tener ningún tipo de contemplación”.
El funcionario también remarcó que el Banco Central dejó “fuera de agenda” la extensión de la autorización para que las provincias se endeuden con bancos provinciales, una mecánica utilizada durante el gobierno de Alberto Fernández.