Por tercer día consecutivo agentes del Departamento Unidades de Alto Riesgo de la Policía de Córdoba (Duar), el Equipo Técnico de Acción Ante Catástrofes (Etac) y bomberos voluntarios reanudan la búsqueda del hombre que desapareció en el lago de Embalse tras caerse de una moto de agua.
En exclusiva, Arriba Córdoba accedió a videos que muestran cómo es el trabajo que realizan los buzos en las profundidades del agua. El cuerpo especial lleva a cabo dos técnicas diferentes para tratar de dar con la víctima.
La primera, conocida como “método circular”, consiste en ubicar una boya y bajar una cuerda hasta el lecho. Los buceadores usan esa línea para guiarse, descender e indagar en grandes círculos que se van ampliando hasta cubrir un radio de 25 metros.
De este procedimiento trabajan tres buzos en puntos separados cada 22 metros. Cabe señalar que solo pueden estar 23 minutos sumergidos y luego necesitan descansar en la superficie entre una y dos horas.
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El otro método lleva el nombre de “trapecio” y consiste en sujetar a los buzos a una embarcación con la ayuda de dos grandes hierros para que estos puedan cubrir una mayor superficie e ir georreferenciando las áreas.
Una búsqueda casi a ciegas
Uno de los principales desafíos de los agentes es la poca visibilidad que hay en el fondo del lago. Al bajar 15 metros se encuentran con lo que en la jerga llaman como “nube” que bloquea el paso de la luz del sol.
A partir de ese punto deben usar luz artificial que solo les permite ver a una distancia de tres metros. A eso se suma el alto nivel de sedimentación que hay en el fondo, por lo que los rescatistas deben evitar tocar el suelo para no levantar polvo.