Una mujer fue víctima de un robo particular. Durante la noche ladrones rompieron una venta de su casa y sustrajeron una mochila con sus tarjetas bancarias. Jamás imaginó que los delincuentes terminarían gastando su dinero en bebidas.
Horas después descubrió una numerosa serie de notificaciones de compras siendo realizadas a su nombre. Los mensajes permanecieron activos durante toda la madrugada. En total se registró un gasto de $400.000 en bebidas.
En ese instante la mujer detectó la estrategia delictiva y realizó las denuncias a la Policía. También informó a los bancos.
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Un comerciante fue testigo de cómo los ladrones intentaban realizar compras con el documento de la mujer. El kiosquero, que conocía a la damnificada, no dudó en llamarla y avisarle de que estaban gastando grandes sumas de dinero con su documentación.
“Lo peor de todo es que donde hicieron uso saben quién soy y así mismo vendieron ese monto en bebidas, sin verificar”, declaró en Villa María Vivo y solicitó que los comercios verifiquen la identidad de los compradores.