Durante gran parte del 2023, la provincia de Córdoba atravesó momentos de desesperación debido a los incendios forestales. El fuego avanzaba sin control arrasando vegetación y hasta viviendas. La sequía, las altas temperaturas, los vientos y la falta de lluvia se convirtieron en un combo explosivo.
Cada año hay que lamentar miles y miles de hectáreas quemadas y el año pasado no fue la excepción. La Dirección de Operaciones de la Federación de Bomberos Voluntarios de la Provincia de Córdoba realizó un informe junto a las 12 regionales sobre los incendios forestales y/o rurales que tuvieron lugar entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2023.
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El estudio concluyó que en total se vieron afectadas 52.844 hectáreas, siendo el suelo agrícola el mayormente dañado, la regional 7 la más quemada (abarca a los cuarteles Alta Gracia, Despeñaderos, La Cumbrecita, Potrero de Garay, San Agustín, Santa Rosa Calamuchita, Villa Amancay, Villa Berna, Villa del Dique, Villa General Belgrano, Villa Rumipal y Villa Yacanto) y el cuarto trimestre (01/10/ al 31/12) fue el período donde se produjeron los incendios más voraces.
“En el año 2023, los incendios forestales afectaron significativamente a la Regional N° 7, donde resultaron quemadas un total de 17.199 hectáreas. Seguidamente, se encuentra la Regional N° 12, con 8.066 hectáreas quemadas, y la Regional N° 3, con un total de 6.552 hectáreas afectadas”, detallaron en el documento.
Además, contabilizaron que del total de las 12 regiones analizadas, se perdieron 17.742 hectáreas en el sector agrícola (34%), 14.765 hectáreas en el sector monte para pastoreo de hacienda (28%) y 12.593 hectáreas de monte autóctono (24%).
Comparación
El informe reveló que “los mayores niveles de incendios ocurrieron durante los dos últimos trimestres”, que abarca los últimos seis meses del 2023. Argumentan que esto puede deberse a “factores climáticos, ya que durante los meses de primavera y verano las temperaturas suelen ser más altas y las condiciones de sequedad más propicias para la propagación del fuego”.
- Primer trimestre (01/01 al 31/03): 4.677 hectáreas quemadas
- Segundo trimestre (01/04 al 30/06): 2.968 hectáreas quemadas
- Tercer trimestre (01/07 al 30/09): 19.404 hectáreas quemadas
- Cuarto trimestre (01/10 al 31/12): 25.971 hectáreas quemadas
Mientras que en la comparación interanual notaron que hubo una disminución de hectáreas quemadas por incendios forestales en relación a 2022, donde en total se perdieron 184.056, es decir, 131.212 más que en 2023.
Conclusión
La Federación de Bomberos Voluntarios de la Provincia de Córdoba remarcó que “la quema de campos agrícolas ocasiona principalmente el deterioro del suelo, resultando en una significativa pérdida de propiedades y nutrientes, alteración del color y textura, la degradación de la materia orgánica, lo que conlleva a la repelencia al agua, el perjuicio a la fauna microbiana, la alteración de la capa protectora contra la erosión y la reducción de la capacidad de retención de agua en el suelo. Lo que se pierde son ecosistemas, bienes comunes irremplazables y los servicios ambientales que nos brindan”.
Por eso, repararon en los daños directos e indirectos que provoca el fuego en la flora, fauna y degradación del suelo al mismo tiempo que en la salud humana. Sostienen que “se pierde mucho más que el bosque, el suelo, la flora y la fauna” porque el incendio provoca un ‘ecocidio’”.
“Córdoba se encuentra entre las zonas del mundo con mayor riesgo de incendios, debido a factores climáticos y geográficos. Experimenta meses con escasas precipitaciones, lo que resulta en pastizales y bosques secos tras los inviernos helados”, subrayaron.
Por eso, sostuvieron que en cada incendio son “incalculables” las pérdidas económicas, sociales y ecológicas tanto para el productor, el ambiente como para el ecosistema. “Por lo general el sector humano no se percata de dichas pérdidas hasta que se realiza un análisis profundo de las situaciones”, lamentaron.