Como resultado de un megaoperativo, cayó en Córdoba uno de los cinco policías santafesinos que están vinculados con amenazas narco contra el gobernador Maximiliano Pullaro.
Cuatro de ellos fueron detenidos cuando estaban de servicio en Rosario, mientras que el restante fue atrapado en la localidad de Villa Yacanto, en el valle de Calamuchita.
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Los investigadores lograron detectar que uno de los prófugos estaba escondido en el interior provincial. La señal del celular del efectivo impactó en una antena de telefonía cercana a Yacanto. A partir de este rastreo, y por orden del fiscal del caso Franco Carbone, se le dio intervención a la Dirección General de Investigaciones Criminales de Córdoba.
Finalmente este lunes fue aprehendido Marcos Martín Molina tras un operativo de la Policía cordobesa. No opuso resistencia. Le secuestraron un celular y una Bersa calibre nueve milímetros con un cargador con 14 proyectiles.
Graves acusaciones
Molina y los otro cuatro policías están acusados de haberle “plantado” tres armas a un joven que posteriormente fue imputado por haber provisto esas pistolas a quienes cometieron balaceras entre el 20 y el 23 de enero, donde se dejaron notas escritas intimidatorias alusivas al gobernador Maximiliano Pullaro y a la Tropa de Operaciones Especiales.
La víctima fue imputada en primera instancia, el último día de enero, pero el fiscal Carbone después dispuso su liberación y ordenó el arresto de estos cinco efectivos rosarinos.
La Justicia de Santa Fe ahora deberá dilucidar cómo las armas utilizadas en atentados y balaceras estaban en manos de ellos y a qué organización buscaron beneficiar plantando esas pistolas.