El Papa Francisco se sometió este miércoles a controles de salud en un hospital de Roma como parte de los estudios por una gripe que arrastra desde el sábado. Debido a su estado, tuvo que cancelar reuniones y reducir su participación en la Audiencia General de este miércoles.
El cuadro viral que enfrenta Francisco comenzó el fin de semana y ya le había provocado ausentarse en sus compromisos agendados para el sábado y el lunes pasado.
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El Sumo Pontífice de 87 años permaneció unas horas en el hospital Tiberina Gemelli Isola de Roma. Luego, los médicos le permitieron volver al Vaticano. Por el momento, se desconocen los detalles exactos de su estado de salud, aunque se presupone que sólo se trata de una gripe.
Sin embargo, las alarmas se encendieron ya que no es la primera vez que Francisco debe cancelar su agenda a causa de su salud. Antes, Bergoglio tuvo reiterados resfríos y problemas en su cadera, colon y pulmones.
Desde la oficina de Prensa de la Santa Sede informaron que “Persisten los leves síntomas de gripe. Por precaución, fueron suspendidas las audiencias” “Sigo un poco resfriado por eso he pedido a monseñor Ciampanelli que lea la catequesis”, dijo el papa con voz debilitada al final de la audiencia general de este miércoles donde emitió unas breves palabras.
Otros problemas de salud
A finales de noviembre, el Papa sufrió una bronquitis por la que tuvo que anular algunos de los actos y celebrar el ángelus en privado. Para permitir su recuperación, el Pontífice argentino también anuló un viaje previsto a principios de diciembre a Dubai. Allí iba a participar de una cumbre climática.
Además, el año pasado pasó nueve días internado tras someterse a una riesgosa intervención quirúrgica. La operación estaba destinada a reparar una hernia en la pared abdominal y eliminar adherencias intestinales.