Una investigación policial dio un giro de 360 grados cuando descubrieron que un miembro de las fuerzas de seguridad podría ser el cómplice de un grupo de delincuentes.
Semanas atrás, miembros de la Policía Federal empezaron a seguir el rastro de una serie de hechos vinculados al narcotráfico. Tras diferentes pericias, catalogaron como principal sospechoso a un hombre privado de su libertad, quien cuenta con un abultado expediente de antecedentes vinculados a la comercialización de estupefacientes.
Las primeras hipótesis de la Fiscalía Federal de Villa María apuntan a que el preso manejaba la banda criminal desde detrás de las rejas. Es por este motivo que habría contado con la ayuda especial de un policía federal. El uniformado se habría encargado de pasar datos claves para evitar que los narcos sean capturados.
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La fiscal encargada del caso María Schianni dijo en diálogo con Villa María Vivo que el acusado “estaba durmiendo con el enemigo”. Destacó que al conocer la acción de un posible intruso en la causa se comunicó con Gendarmería.
Además, el convicto contaba con la ayuda de su familia para encargarse del negocio fuera de la prisión. Su pareja, su yerno y su consuegro habrían actuado como los ejecutores del plan tramado por el condenado.
Como resultado, se detuvo al policía y a sus parientes. Todos quedaron privados de su libertad, salvo la mujer que quedó con domiciliaria por estar a cargo de un menor de edad.
Durante la investigación se realizaron varios allanamientos tanto en Villa Nueva como en Villa María. En los procedimientos se secuestraron armas de fuego, estupefacientes y teléfonos celulares.