En plena investigación por la serie de asesinatos ocurrida a principios de marzo en Rosario, uno de los fiscales reveló este martes cuánto pagaron los capos narco para concretar los crímenes.
Con el avance del proceso, los fiscales también lograron mostrar claras pruebas de que la seguidilla de homicidios se encargó desde la cárcel como venganza al endurecimiento de las condiciones de detención de los delincuentes de “alto perfil”.
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Los representantes del Ministerio Público de la Acusación (MPA) de Rosario afirmaron que el adolescente acusado de acribillar al playero Bruno Bussanich también había matado días antes al taxista Héctor Raúl Figueroa.
El dato más escalofriante de la audiencia fue que los autores de los crímenes cobraron “entre 200 y 400 mil pesos” por cada hecho. Las órdenes y los pagos siempre llegaron desde la cárcel de Piñero.
Justamente en dicho penal se encuentra detenido Alejandro Núñez, alias “Chucky Monedita”. Según la investigación, él fue quien encargó los primeros dos casos: el del mencionado Figueroa y el del otro taxista llamado Diego Alejandro Celentano.
Se estableció además que días posteriores a los dos primeros crímenes, el capo narco Esteban Lindor Alvarado organizó una reunión desde el penal de Ezeiza para llevar a cabo los otros hechos que movilizaron a Rosario.