El sicario del playero declaró por primera vez ante la Justicia y contó detalles estremecedores sobre el crimen que paralizó a Rosario y al país el pasado 9 de marzo.
D.M.G. (iniciales de un nombre en reserva por tratarse de un menor de edad) confesó que fue él quien había asesinado apenas unos días antes a los taxistas Héctor Figueroa y Diego Celentano.
Dijo ante el fiscal Adrián Spelta que por estos dos primeros hechos había cobrado 500 mil pesos en total. Horas después, apareció en la estación de servicio Puma y mató a quemarropa a Bruno Bussanich por 400 mil pesos que necesitaba para pagar por una moto.
Los homicidios fueron ordenados por Gustavo Márquez, una de las cinco personas que resultaron imputadas este martes como la organización que tramó y perpetró los cuatro crímenes consecutivos en Rosario.
El asesinato del playero fue una orden de Márquez para recuperar el dinero por una moto que al adolescente la Policía le había secuestrado días antes, y que era de su propiedad.
Todo esto se gestó desde la cárcel de Piñero, donde los principales capos narco se encuentran detenidos. La banda criminal le dio la pistola a D.M.G. junto a una nota dirigida al gobernador Maximiliano Pullaro, que es la que encontraron en la estación donde trabajaba Bussanich.
Siguiendo con la declaración, le dijeron que usara pegamento en los dedos “por las huellas”. Según sus dichos, la orden era “dispararle a cualquiera”. “Me quedé abajo del arbolito pensando un rato si hacerlo o no. Cargaban gasoil. Y cuando el loco (Bussanich) entró yo me mandé. La nota se me cayó”, afirmó.
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Un hombre apodado “El Viejo” fue quien esperaba al sicario en un auto. Escaparon a un descampado alejado y allí quemaron el vehículo. Luego volvieron juntos caminando.
“Quemé la ropa, le mandé un mensaje a mi vieja, foto con Alan en la pieza. Y luego me mandaron a una casa del Morocho, en la otra cuadra, tiene dos pisos, hasta que pase la bronca”, contó el asesino.
Horas después lo contactaron para cobrar los 400 mil pesos. Cuando llegó, Márquez le pidió el dinero para recuperar su motocicleta. “Gusti (Márquez) me esperaba para que le diera la plata por la moto que la policía me había sacado. Y me dijo que no vuelva más por ahí. Me hizo hacer el trabajo para que le pague la moto”, indicó.
D.M.G. está detenido desde el 27 de marzo, a disposición de la Justicia de Menores. Lo atraparon dos semanas después del crimen tras un allanamiento en la zona noroeste de la ciudad santafesina.