Jonatan Romo (36) murió en la comisaría de La Falda el 10 de julio de 2022 y hay seis policías acusados de ser los autores del crimen: cuatro por homicidio calificado por abuso funcional y dos por encubrimiento agravado.
Los agentes, que están en libertad desde diciembre del mismo año, irán a juicio por pedido del fiscal Raúl Ramírez. El funcionario judicial ya había pedido la elevación en 2023 pero el juez de Control lo rechazó y ordenó que siguiera la investigación.
Hernán Romo, hermano del hombre que sufrió un brote psicótico en la vía pública, explicó en Arriba Córdoba que pese a la novedad están “esperando la apelación de la defensa (de los policías)”.
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“Estamos con mucho dolor, con muchas emociones, es una noticia que veníamos esperando. Sé que falta pero es un gran paso”, subrayó. En cuanto a la apelación, dijo que los oficiales parecen “las víctimas”.
Y continuó indignado: “‘Qué bárbaro’, digo. Más pruebas de las que tenemos no hay, ¿qué pueden apelar? Hay testigos, el informe de la autopsia dice que fue una brutal golpiza y una asfixia mecánica, más que eso no sé que necesita la Justicia”. “Tenemos que ir con todo lo que tenemos y demostrar que fue un asesinato”, expresó.
Brote psicótico y golpiza
Jonatan Romo sufrió un brote psicótico en plena calle y policías lo retuvieron y golpearon, de acuerdo a lo que se vio en videos que registraron testigos. Fue trasladado a la comisaría donde habría sido golpeado hasta morir.
Hernán Romo sostuvo que los agentes “saben el protocolo de salud mental” pero destacó que “el problema es que en La Falda nunca lo aplicaron”. “Se actuó con violencia con mi hermano. En los videos se ve que en ningún momento trataron de calmarlo”, comentó acerca de las pruebas y siguió: “Él no se estaba resistiendo ni nada. Vinieron, brutalmente lo golpearon, lo llevaron a la comisaría y le siguieron pegando”.
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“El protocolo lo conocen, estoy más que seguro que lo conocen pero no lo aplicaron”, reiteró.
Por último, Romo se refirió al caso de César Darío Moreno, el detenido que fue torturado y asesinado en la cárcel de Bouwer y expresó: “Cuando vimos la noticia nos impactó”. “Al final pasaron un año y nueve meses de lo de mi hermano y se siguen manejando de la misma manera”, lamentó.
“Parece que sigue lo mismo, no cambió nada. Es una pena que hoy estemos así cuando supuestamente están para cuidarnos”, se indignó y aseguró que a pesar de la Justicia de Argentina la familia espera que los policías sean condenados.