Una discusión adentro de un boliche y un ataque salvaje de una patota a 10 cuadras llevaron a la muerte a Jesús Buffarini, de 23 años, en la localidad de General Cabrera en la madrugada del domingo.
El joven falleció a causa de las patadas que recibió en la calle cuando al menos tres personas, con quienes tuvo una pelea en el boliche, lo siguieron e interceptaron antes de que llegara a su casa.
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Jesús Buffarini jugaba al fútbol en el club Independiente Dolores de General Cabrera de la liga regional de Córdoba y era papá de una nena de 4 años. También estaba de novio y uno de los últimos posteos en redes sociales le hizo una dedicatoria romántica a la joven.
Allí compartió fotos del viaje a Alpa Corral que hicieron el fin de semana largo de Semana Santa. “Un finde lleno de cosas lindas y compartir con vos lo hace aún más lindo. Por más escapaditas juntos. Te amo, Cla”, escribió. Y ella le respondió en comentarios: “Por muchas más, te amo”.
La ciudad del sur de la provincia de Córdoba no sale de la conmoción y trae al recuerdo el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell en enero de 2020. Amigos, familiares, vecinos e incluso el mismo club de fútbol expresaron su dolor.
Entre los mensajes de condolencias, Julio Buffarini, cordobés y actual jugador de Independiente, se hizo eco del asesinato y exigió justicia en un posteo que hizo en sus historias de Instagram: “Tiene que haber justicia”.
El futbolista, que sería primo segundo de Jesús, compartió una placa que se viralizó en la que se podía leer: “Salió a divertirse y lo mataron unos salvajes, en patota como los cobardes que son. Justicia por sus padres, hermanos, familiares y amigos. Perpetua para los asesinos”.