Este viernes se cumple un año del femicidio de Milagros Bottone (23) en barrio Alta Córdoba, y el recuerdo del terrible caso volvió a golpear a su familia, que otra vez apuntó contra la Justicia por “las fallas en el sistema”.
El 17 de mayo de 2023, la joven fue asesinada a tiros por su propio padre en la calle General Paz al 3000. Ricardo Rafael Bottone (61) también hirió a su ex, madre de Milagros, y luego se suicidó.
Mercedes Martínez fue la sobreviviente de un brutal ataque que se podría haber evitado. Las alertas fueron varias y las denuncias, y avisos a la Policía, también. La mujer dijo que sufrió violencia durante 30 años y que su ex marido portaba armas.
“Es una fecha difícil, en este momento el tiempo no cura nada, y menos la muerte de una hija. Ella era un sol, era la estrella que nos iluminaba, era la mejor tía, la consejera de la hermana, mi compañera...”, lamentó Mercedes en diálogo con Arriba Córdoba.
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Mercedes afirmó que la ausencia de su hija “es muy fuerte” y que “es imposible tomar dimensión”. “Ese día me arrancaron a mi hija y también de mi casa, me arrancaron de mis raíces”, agregó respecto al cambio de vida que significó el femicidio.
Con profunda tristeza, la mujer reconoció que lo más difícil para su familia es aceptar que el desenlace pudo haber sido diferente si escuchaban sus advertencias.
“Lo denuncié por un montón de cosas, y Milagros también lo denunció porque la quiso ahorcar en una oportunidad. Fue a pedir un botón porque le tenía mucho miedo a su papá, y se lo negaron”, recordó.
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Y siguió: “Él buscaba la manera y no hicieron lo que tenían que hacer porque no quisieron, porque lo tenían servido en bandeja. Él vivía en Carlos Paz y estaba todos los días en un bar al frente de la plaza de Alta Córdoba, y la Policía nos mandaba a escondernos a nosotros mientras él tenía toda la libertad del mundo”.
La mujer incluso señaló que “era vox populi” que Bottone iba a matar a su hija. “Le pedí ayuda a todo el mundo porque sabía que la iba a matar, era contra ella. Era crónica de una muerte anunciada”, manifestó.
El crimen de Milagros cambió para siempre a Mercedes, pero sabe que debe continuar. “Saco fuerzas porque tengo dos hijas más, tengo dos nietos, y ellos me impulsan a seguir”, concluyó.