Los cuatro menores acusados de matar al remisero Facundo Pereyra (46) en Río Cuarto tenían sobrada relación con el mundo de la delincuencia pese a sus cortas edades. Fueron detenidos por el crimen pero solo uno es imputable.
En las redes la banda se mostraba con armas con total impunidad. Prueba de ello es un reciente posteo de tres de los adolescentes con revólveres. “Con los de siempre”, expresaron junto a la foto.
Dos de los sospechosos tienen 14 años, los dos restantes son de 15 y 16 años. Éste último quedó alojado en el Complejo Esperanza, imputado de homicidio en ocasión de robo. Los otros permanecen a disposición de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf).
Entre los investigadores advierten que los menores tenían participación en hechos delictivos, aunque por sus edades no tienen antecedentes computados.
Al remisero asesinado el domingo a la madrugada lo único que le robaron fue el teléfono celular, elemento que se convirtió en una pista clave para llegar a los sospechosos. Según se conoció, minutos después del ataque, el aparato apareció en una fiesta organizada en una casa.
Creen que los delincuentes le dispararon a Pereyra, lo dejaron agonizando en su auto y escaparon con el teléfono que vendieron luego en la fiesta. A partir de los testimonios recogidos lograron secuestrar el dispositivo e identificar a los acusados el mismo domingo.
Dos allanamientos se desarrollaron en barrio Ciudad Nueva, también conocido como 400 Viviendas, en la zona del crimen. Allí detuvieron a un chico de 14 años y a otro de 15. La Policía además realizó un procedimiento en barrio 130 Viviendas, en Banda Norte, donde atraparon al menor de 16 años.
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El cuarto implicado, también de 14 años, fue entregado por su madre este lunes mientras avanzaba la pesquisa a cargo del fiscal de Segundo Turno de Río Cuarto, Javier Di Santo.
Mediante cámaras de vigilancia y por rastreo de la empresa de remises para la que trabajaba la víctima determinaron que el coche atravesó la ciudad de punta a punta. Tomó pasajeros en Banda Norte y cruzó hacia el sur por el puente Colgante, revelaron.
El domingo alrededor de la 01:30 de la mañana personal policial encontró el auto abandonado y el remisero desvanecido. Los efectivos llegaron a la esquina de Gaudard y 12 de Agosto alertados por los vecinos que escucharon un disparo. Pereyra murió luego de ingresar en estado crítico al Hospital San Antonio de Padua.
Fuerte indignación
El crimen generó fuerte indignación en Río Cuarto, en especial en los remiseros que este lunes a la mañana protestaron en distintos puntos de la ciudad para exigir más seguridad.
Pereyra tenía tres hijos. Sus compañeros de trabajo expresaron que “la familia quedó desamparada” y acompañaron con profundo dolor el cortejo fúnebre del trabajador asesinado.
Después de cortar los puentes en la ciudad del sur provincial, los remiseros también reclamaron frente a la sede de la Jefatura de Policía de Río Cuarto, a metros de la Municipalidad. En ese marco deslizaron la posibilidad de dejar de trabajar durante horarios nocturnos.