Una clase de educación sexual integral (ESI) en Jesús María quedó envuelta en una controversia por el video en el que una mujer enseña a estudiantes de un colegio secundario a colocar un preservativo con la boca.
Las madres de los alumnos consideraron que la modalidad fue demasiado explícita y que algunos de los adolescentes se sintieron incómodos frente a esta situación. A eso se le agregó los cuestionamientos a los directivos que dispusieron sanciones por viralizar la filmación.
“Cuando el video se ve alguien le comentó a la directora y ella comenzó a buscar un culpable, empezó a investigar de dónde salió el video, los obligó a los chicos a poner en un papelito quién fue el que filmó. Amenazas constantemente”, dijo en Telenoche la mamá de una estudiante a la que le aplicaron amonestaciones por lo sucedido.
Sobre la clase de la polémica, señaló: “Con las que personas que he hablado, al ser tan explícito no correspondería”. Y continuó: “Sé que en otros colegios esas clases las da un profesional de la salud, pero no sé si está avalado de esa forma tan demostrativa”.
Consultada al respecto, la sexóloga Eugenia Bazán Quiroga consideró en Telenoche que “está bueno que haya saltado porque demuestra cuál es la situación actual en la sociedad”. Y agregó: “Niños, niñas y adolescentes que requieren educación sexual integral, que necesitan respuestas, que están bombardeados por información, que están hipersexualizados y sin embargo les falta el abordaje crítico, reflexivo para tomar mejores decisiones”.
La especialista advirtió que por un lado está la realidad de docentes o instituciones educativas “quizás con déficit de recursos o menos capacitación” y por otro lado “la familia y la sociedad que también les dificulta el tema de la sexualidad”.
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“Es difícil dar una opinión fuera de contexto por un video de unos segundos, pero sí es importante entender que la educación sexual integral es una herramienta de la salud. Soy especialista en sexualidad, soy especializada para comunicar en sexualidad, y somos profesionales disponibles para capacitar a los docentes porque los contenidos de la educación sexual integral son muy importantes, pero también la forma de implementar es mucho más importante porque tiene que ser bajada de acuerdo a la etapa madurativa de los adolescentes y en el contexto adecuado”, explicó.
En cuanto a la modalidad de enseñar, indicó que “se puede hablar de dar consejos sin tener que mostrarlo y que la cuestión más práctica la practiquen los adolescentes en su intimidad”. En este sentido destacó que se trata de “bajar una información que tiene que ser objetiva y que se va a adaptando a la subjetividad de cada contexto”.
“Lo importante es que no sea invasiva ni poner al docente en un lugar expuesto, ni tampoco exponer al alumno y no incomodar a la familia”, aclaró. “Es buscar un punto medio donde la información que se tiene que dar es preferible darla de manera dialógica o explicando sin hacer demostraciones, y cualquier cosa más puntual sepan que hay profesionales que nos dedicamos a la sexología que estamos dispuestos para acompañar a la familia, a los alumnos o hasta para capacitar a los docentes si hay algunas dudas”, cerró.