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Historia

El pueblo cordobés donde San Martín habría ideado el cruce de Los Andes

Se trata de San Pedro Viejo, una antigua posta ubicada a 177 kilómetros de la capital, en la que se alojaron figuras destacadas del país, entre las que se encuentran el propio General José de San Martín en su rumbo al norte por el Antiguo Camino Real.

Una reliquia histórica del norte de Córdoba es testigo privilegiado de nuestra historia nacional cuando se cumple un nuevo aniversario de la muerte de José de San Martín.

Se trata de San Pedro Viejo, una antigua posta ubicada a 177 kilómetros de la capital, en la que se alojaron figuras destacadas del país, entre las que se encuentran el propio San Martín en su rumbo al norte por el Antiguo Camino Real.

Según los historiadores, en enero de 1814 el General pernoctó en la estancia junto a sus tropas, estando al mando del Ejército del Norte. “Dicen que acá surgió en San Martín la loca idea de cruzar los Andes y entrar por un lado que no los iban a estar esperando, que fue lo que sucedió”, contó a El Doce María Del Pino Zapiola, propietaria de la Estancia San Pedro Viejo.

San Pedro Viejo, la reliquia cordobesa que tuvo el paso de San Martín. Foto: Lucio Casalla / ElDoce.

La historia de estas tierras se remonta a 1602, cuando pasaron de ser propiedad del Rey de España al general Pedro Luis de Cabrera, hijo del fundador de Córdoba.

Dentro de la hacienda se encuentra la blanca capilla de estilo colonial conocida como San Pedrito, la más antigua en pie de Córdoba. Si bien no se conoce exactamente su fecha de construcción, se estima que fue levantada a fines del siglo XVII.

San Pedrito fue restaurada en diferentes ocasiones pero aún conserva su aspecto exterior original. Posee paredes de adobe, anchos muros de piedra, techo cubierto por tejas musleras y una puerta de algarrobo original.

La capilla San Pedrito es la más antigua de toda la provincia. Foto: Lucio Casalla / ElDoce.

La posta también fue restaurada ya que se construyó un hogar en el living y baños en las habitaciones, pero se mantuvo la distribución y la impronta de la original. Por otro lado, en el actual comedor de gala y reuniones de la estancia, funcionó la cocina de la que tiene el techo oscurecido por el hollín, y es donde se “cocinaba” la historia de nuestro país.

La estancia es un establecimiento privado, pero se encuentra abierto para visitas y cuenta con un hotel de campo llamado “Casa del Roble” donde se reciben huéspedes. Para más información, ingresar a este link.