“Siento mucho miedo, terror, desde anoche que tengo espasmos”. Esas fueron las últimas palabras que salieron de la boca de Irina Flehr, acusada de instigar el crimen de su padre, Reynaldo Flehr, el arquitecto asesinado el 28 de diciembre de 2021 en su casa de avenida La Voz del Interior al 7.200.
Fueron las últimas declaraciones de la joven antes de conocerse la sentencia, que también involucra a Leandro Moscarello (yerno de la víctima), y los tres amigos de la joven, David Silvestre, Samuel Moscarello (cuñado de Irina) y David Suárez.
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Entre lágrimas, agregó: “Me siento mal porque voy a estar siendo condenada a una cadena perpetua teniendo 22 años y una hija de 3 años afuera por un delito que no he cometido, que no he participado en ningún momento”.
“Han dicho un montón de cosas de mí que no han existido, que no han sido así. Solamente quiero limpiar mi nombre, quiero ir a mi casa con mi hija, es lo único que quiero hacer. Con esta condena me quitan poder ser madre, poder vivir con mi hija, poder criarla. Es la única sangre que tengo, la más verdadera que tuve en mi vida”, concluyó.
El caso
Reynaldo Flehr fue maniatado y ultimado de dos balazos con un arma calibre 22 cuando llegó a su casa la noche del 28 de diciembre de 2021.
Su hija Irina, que al momento del hecho tenía 20 años, y su yerno Leandro Moscarello son los principales acusados por el crimen. Pero también hay otros tres cómplices detenidos: David Silvestre, Samuel Moscarello y David Suárez.
Los cinco arrestados están imputados por el delito de homicidio triplemente calificado por el vínculo, alevosía y por codicia. Y a su vez, agravado por el uso de arma de fuego. En caso de ser condenados, la pena es la de prisión perpetua.
La única hipótesis apunta a un crimen motivado por una mala relación entre padre e hija y la intención de cobrar la herencia del hombre de 61 años.