Uno de los menores acusados por el crimen de Sebastián Villarreal (46) dejó el Complejo Esperanza para pasar a estar bajo el cuidado de una familia. Tras la resolución judicial, la hermana de la víctima, lejos de exigir el encierro del adolescente de 15 años, dejó una profunda reflexión y cuestionó la falta de recursos para este tipo de situaciones.
Jimena Villarreal es psicóloga y conoce bien de cerca la problemática. En Telenoche consideró que la postura que adoptó “es una coherencia con el dolor que a nosotros nos atraviesa y no cesa”.
“Esto sucede porque no hay recursos, no hay posibilidad entre los profesionales de un diálogo y se trabaja con los pibes como si fuesen casos y partes de su vida”, afirmó. “En el caso de este pibe, si se hubiese intervenido en una primera instancia como correspondía, que el juez tome una decisión y que los recursos estén, probablemente yo no estaría hablando de esto”, agregó.
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Sebastián fue asesinado para robarle la moto Honda XR 190 en la que salía de su casa en barrio Yofre Norte para irse a trabajar. El hecho ocurrió el 29 de febrero pasado. Por el hecho hay cinco acusados, uno de ellos tenía 14 años en ese momento y por su edad es inimputable.
El resto de los sospechosos están detenidos. Se trata de Axel Escada (18), Héctor Herrera (25) y Luciano Bustos (20), además de un chico de 17 años que permanece en el Complejo Esperanza. A ellos los imputaron de homicidio agravado criminis causa.
Volviendo sobre la situación del menor liberado, la hermana de Villarreal advirtió que la falta de recursos hace que “las medidas queden en una especie de fantasías”. A su vez aseguró que “cualquier encierro no ayuda a nadie”.
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“Las leyes que se han ido transformando a lo largo de la historia han mostrado que el encierro perpetuaba situaciones de vulnerabilidad y deterioro psicológico, social, incluso la ruptura de los lazos familiares”, indicó. “Entonces yo me pregunto si con la Justicia estamos buscando castigar, esconder debajo de la alfombra y que no se vean estos jóvenes problemáticos o estamos buscando realmente que esto no suceda más y que no sean niños y jóvenes en conflicto con la ley”, planteó.
Consultada dónde cree que está la falta de recursos, sostuvo: “La respuesta no está en más encierro ni en más complejos, está en atender las infancias desde antes del nacimiento, el acompañamiento a la familia para que puedan adquirir otras herramientas de crianza, ni hablar de la precarización laboral, no solo de madres y padres, sino también la precarización de los trabajadores del Estado en puestos de importancia donde se toman decisiones muy difíciles. Todo eso debe cambiar”.
“El cambio real no está en poner más policías, está en poner plata donde hace falta, en estos espacios donde las infancias y las juventudes están atravesando”, subrayó.
Jimena apuntó a la necesidad de “construir espacios de cuidados comunitarios” y que todo adulto se sienta co-responsable de la vida de los niños y jóvenes. “Yo también soy co-responsable de lo que le pasó a este pibe, lo digo en primera persona con todo lo que eso implica, porque soy parte de esta sociedad, porque soy profesional y porque también trabajo en el Estado”, comentó.
“No es una cuestión voluntaria hacerse cargo, es una obligación de todos los adultos que componemos esta sociedad y si no empezamos a pensarnos como partícipes de este problema, el problema siempre nos va a atropellar, nos va a provocar una tragedia y siempre vamos a estar lamentado algo”, concluyó.