Un colegio parroquial de Carlos Paz prohibió el uso de polleras porque las alumnas no respetan el largo establecido en el reglamento. Según las autoridades, el objetivo es evitar las “exhibiciones indeseables” y eliminar los controles de uniforme seguidos de sanciones por reiterados incumplimientos.
La medida tuvo lugar en abril de este año pero ante las altas temperaturas primaverales de los últimos días las estudiantes volvieron a usarlas. El accionar derivó en un nuevo comunicado donde la institución reiteró la prohibición.
“Se observó la persistencia en el uso de una pollera sin el largo establecido, con muslos a la vista o con dobleces en la cintura que llevaban a que las mochilas se engancharan en la espalda subiendo la falta hasta exhibiciones indeseables”, explicó el colegio en el documento.
Y agregó: “La reiteración, aún con los llamados de atención y las sanciones correspondientes, no mostraron una decisión concreta de las estudiantes de cumplir con la norma. Esto demuestra que la sanción en si misma no es suficiente para la concientización“, explicó el colegio en el documento.
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Estela, una de las madres de las alumnas del colegio, criticó la medida. “Nosotros firmamos un reglamento que indica que parte del uniforme es el uso de la pollera. No modificaron el reglamento sino que autoritariamente la directora lanzó esta prohibición porque estaban cansados de tener que controlar los largos de las polleras”, explicó la mujer en Radio Suquía.
Y continuó: “En un acto de hacer valer sus derechos, este lunes un grupo de alumnas decidió ir con pollera al colegio y la directora las amenazó con sancionarlas por que la prohibición es irreversible. Por eso nos mandó a todos los padres una nota con los argumentos de la medida”.
Por último la madre apuntó contra los fundamentos. “Cuestiones para mi entender ridículas en esta época donde estamos intentando que los jóvenes y los adolescentes entiendan que no hay que ocultar la corporeidad y que no hay que tener el cuerpo de la mujer como un objeto de exhibición. Lo que me molesta no es el uso o no de pollera sino los argumentos”, sostuvo.