La Dana en Valencia dejó muchas historias desgarradoras. Pablo Vizzari es un cordobés que vive en España y contó en El Show del Lagarto cómo vivió la tragedia en primera persona. “En mi casa ingresó agua a la altura de dos metros”, afirmó.
Pablo es viajante comercial y el día del cataclismo estaba trabajando afuera de su casa. Cuando regresaba se comunicó con su hijo, quien le dijo que el agua estaba entrando a la casa y ya había subido 30 centímetros. “A los dos minutos tenía el agua en el pecho: se tuvo que trepar al techo de un vecino”, relató.
+ MIRÁ MÁS: Rescate de película a una mujer junto a su perro y sus gatos en medio del temporal en Valencia
La desesperación cundió cuando, a 7 kilómetros de su casa, se dio cuenta que no iba a poder seguir avanzando. “Me quedé a 700 metros. Es como si fuera la circunvalación cubierta por dos metros de agua”, subrayó.
Al ser rescatado por los bomberos observó un fenómeno aterrador: “Al frente veía que pasaban luces. Luego me di cuenta que eran autos que los llevaba el agua”, detalló, y contó que lo invadió la preocupación por lo que sucedía con su familia. Por suerte, todos resultaron ilesos.
+ VIDEO: El relato del cordobés que vive en Valencia:
Cerca de la Dana
También contó cómo afectó el cataclismo en la zona dónde vive. “Nosotros con mi hijo y mi primo vivimos al frente del polígono industrial El Oliveral, que queda en la ruta A3 (que va de Valencia a Madrid). Estábamos a 8 kilómetros de Valencia. Es como quien vive en Argüello”, explicó. Y detalló: “Todo el polígono quedó bajo agua. Fue realmente impresionante”.
Otra referencia para situar el lugar es la Venta de Pollos, uno de los barrancos que se llenó de agua y que queda exactamente a dos cuadras de la casa de Pablo. “El agua venía corriendo de como 100 kilómetros y afectó un montón de lugares. Incluso barrios cercanos a Valencia capital”, comentó.
Asimismo explicó que lo ocurrido “es totalmente excepcional” y subrayó que la sobras fueron fundamentales para que el daño no sea mayor: “Gracias a Dios hay una obra que es como si fuera la costanera nuestra, que envuelve la ciudad. Ahí quedó un caudal gigante. Eso hizo que no entrara a la ciudad”.
A días de la tragedia aún está en shock y sigue sacando agua de su casa.