El asesinato de Catalina Gutiérrez (21) fue uno de los más conmocionantes de los últimos tiempos para Córdoba. Néstor Soto (21), su amigo de la facultad de Arquitectura, la mató en su departamento y abandonó su cuerpo en el auto de la víctima en barrio Ampliación Kennedy.
Está imputado por homicidio calificado por alevosía y violencia de género y la pena que le cabe es cadena perpetua. A días de que se cumplan cuatro meses del atroz crimen, la madre del detenido por femicidio, Jeannette Soto, rompió el silencio en Noticiero Doce.
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La mujer no pudo evitar llorar al hablar de su hijo, que permanece preso en la cárcel de Bouwer desde el 18 de julio pasado. Sostuvo que el hecho no fue un femicidio, pidió que la Justicia “no invente” y remarcó que el joven atravesaba un severo cuadro de salud mental.
“Su cabeza lo traicionó. Nadie se lo esperaba, Néstor es un chico que todo el mundo quiere. Estamos viviendo un infierno, estamos muertos en vida y el dolor que se vive de este lado es muy feo”, sostuvo apenas comenzó la entrevista de Luchy Ibañez.
Según dijo Jeannette, su hijo “nunca jamás tuvo problemas con nadie, nunca jamás acosó a nadie, nunca tuvo una denuncia”. “Se dijeron muchas cosas hirientes, es un excelente alumno, amigo, hijo, sobrino”, añadió en defensa de Néstor Soto y explicó que es madre soltera y que “como toda madre sola, todo cuesta el triple”.
“Estaba estresado”
La madre afirmó que el sueño de su hijo era ser arquitecto pero aseguró que la vida facultativa le provocó estrés y nerviosismo que no pudo controlar. “Yo sentía que estaba estresado, estaba pasando una situación que no le pasó otros años”, comentó y apuntó que tenía un cuadro de salud mental: “Esto que le pasó a Néstor le pudo haber pasado a cualquiera. La estaba pasando muy mal, no era Catalina, podría haber sido cualquiera (por otras amigas o amigos) y hasta él mismo (en referencia a un suicidio)”.
Jeannette Soto sostuvo que lamenta “horrores” lo que está viviendo y admitió sentirse “culpable y responsable por no haber llegado a tiempo”. Sin embargo, señaló que la salud mental es “preocupante” y apuntó a que los hombres “no pueden sufrir ni estar mal”.
Vínculo con Catalina y un “homicidio”
La fiscalía de José Mana no tiene dudas de que Néstor Soto tenía una obsesión con Catalina Gutiérrez, a quien celaba y menospreciaba por su condición de mujer, según reflejaron las pruebas.
Pero la madre del acusado niega cualquier tipo de vínculo tóxico y violento: “Era una amiga más, Néstor la quería como amiga, no existe un enamoramiento ni una obsesión. Era una más del grupo, quieren inventar de que había otro tipo de relación y es imposible”.
Consultada sobre si conoció a la víctima, comentó que solo la vio dos veces y que no mantuvo contacto. Sin embargo, quiso destacar que lo que hizo su hijo “no fue contra Cata”. “Lamentablemente estaba ella en ese lugar y en el momento, pero podría haber sido cualquiera porque le falló su mente”, expresó.
“Asumió su responsabilidad desde el día 1, quiero que quede claro que acá uno no quiere que quede absuelto ni nada, cometió el delito y se hizo responsable”, remarcó Jeannette pero aclaró: “Ese delito es un homicidio, no odia a las mujeres, no odiaba a Cata, la quería como a una amiga”. “Está destrozado, estamos muertos en vida”, añadió sobre los sentimientos que tienen ella y su hijo preso.
La mujer vive en Bariloche, de donde es oriundo Soto, y desde allí viajó al enterarse de lo que hizo su hijo. Lo pudo ver cuatro días después en la cárcel, momento en el joven le pidió perdón, según contó. Además, dijo que quiso darle una explicación pero ella “no estaba preparada ni tenía fuerza”.
“Él lo hizo y está donde tiene que estar pero como mamá duele mucho porque él no estaba para eso y que le haya fallado su cabeza o haya tenido un problema y no haya tenido ayuda ni contención…”, sostuvo.
Jeannette Soto insistió en que su hijo “no es ningún psicópata ni tenía una obsesión ni estaba enamorado ni tenía algo con o en contra de la niña”. “Le pasó y es algo que lamentablemente le puede pasar al sobrino, al hijo, al novio de cualquiera, yo no recibí la ayuda y ojalá hubiera tenido la plata para pagarle un psicólogo privado”, añadió regresando a la postura de que el crimen sucedió porque Soto tenía problemas de salud mental.
“Es horrible lo que estamos viviendo, es un infierno. Le pido a Dios fortaleza para Néstor para que esté en ese lugar”, sostuvo y dijo que “toda la gente de Córdoba y de Bariloche que conoce a Néstor sabe lo buena persona que es”.
En otro tramo de la entrevista reiteró que “no fue un femicidio” aunque dijo que “hay un homicidio” y su hijo “tiene que pagar”.
A la familia de Catalina
Casi al final, Jeannette comentó que no habló con el papá y la mamá de Catalina Gutiérrez tras el femicidio y aprovechó la entrevista para expresarse: “No nos va a alcanzar la vida para pedirles perdón, no me puedo poner en su lugar”. “Pero lo único que sé es que mi hijo asume la responsabilidad desde el primer momento, nunca se escondió ni ocultó ni mintió”, añadió.
“Para mí sigo viviendo una pesadilla, estoy esperando que alguien me despierte”, confesó y le envió un mensaje a los amigos de Soto en Córdoba, que también eran amigos de Catalina Gutiérrez: “Si me están viendo los chiquitines, los quiero mucho y vamos a salir adelante todos”. “Los chicos están sufriendo y ojalá alguien los esté escuchando”, pidió.
Consultada sobre quién es responsable de lo que hizo Néstor Soto, la mujer afirmó: “Néstor, su cabeza. Su cabeza lo traicionó”. Por último, volvió a referirse a los papás de la víctima y expresó: “A pesar de todo Néstor los aprecia y los quiere mucho”.