La familia Salas pasó de la angustia a la felicidad extrema en pocos días. Afrontaba un desalojo de su humilde casa en barrio General Bustos y ahora se regocija por la posibilidad concreta de tener su propia casa en Alta Córdoba.
La situación era desesperante, pero tras conocerse su historia en El Show del Lagarto se dio una auténtica cadena de favores que permitió que el sueño de la vivienda propia se hiciera realidad.
Donantes conocidos, influencers y colaboradores anónimos aportaron su granito de arena y la magia de la solidaridad derivó en un acto de generosidad que los Salas jamás olvidarán.
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“Gracias a toda Córdoba por la ayuda a cumplir el sueño de tener una casa para mis hijos”, agradeció el padre de la familia, Leonardo, visiblemente emocionado.
Después de una mudanza caótica, los Salas se instalaron el jueves en su nuevo hogar, que se encuentra en condiciones “impecables”, aunque restan algunos detalles eléctricos. En el domicilio hay tres dormitorios, uno de los cuales está destinado para Amira, la hija mayor que cursa el último año del secundario y es escolta en el colegio Manuel Lucero.
“Tengo un cuarto donde entra la cama y puedo pasar. Ahora me entra todo”, afirmó a El Show del Lagarto, comparando con su anterior habitación de 2x2, en donde a duras penas podía estudiar para mantener sus buenas notas.
Cansada por la mudanza pero con la ilusión en su mirada, la adolescente se prepara para su fiesta de egresados, que tendrá lugar en la noche del sábado. No obstante, no pierde el foco y reveló que estudiará la carrera de Ingeniería en Sistemas en la Universidad Tecnológica Nacional.
Otra de las hijas de Leonardo y Mónica contó que sus compañeros y otros alumnos del Manuel Lucero los apoyaron y que “nadie se burló de su situación”. “Vinieron hasta exalumnos a ayudarnos”, indicó su madre, que sumó la buena noticia de que volverá a trabajar después de un tiempo desempleada.
No obstante, cabe mencionar a una de las principales artífices de que el sueño de la casa propia se concretara. Se trata de la psicóloga Marisa Saino, quien a pesar de haberse jubilado en 2023, sigue conteniendo a Leonardo, que era su paciente en el Hospital Córdoba. Vale recordar que Leonardo sufre de una enfermedad reumatológica que lo llevó a estar prácticamente postrado.
Una vez que se puso al tanto del posible desalojo de los Salas, la profesional no dudó en pedir ayuda y vaya si tuvo éxito. “La dignidad con la que viven, son personas que no se quedaron, todo el tiempo fueron peleando por todo. Nunca pidieron de más. Son merecedores de esta oportunidad que tuvieron”, explicó Saino.