La niña de 4 años, Bella Felicidad Núñez, falleció por un traumatismo de cráneo como consecuencia de una golpiza. Estaba al cuidado de su padre, Ariel Nuñez, quien se ausentó y la dejó con su madrastra, Gisela Bologna, la principal sospechosa del homicidio. Ahora la madre, Rosa Albornoz, brindó un crudo relato de los hechos.
En primer lugar aclaró por qué no se encontraba con la menor: “Estaba en San Bernardo cuando cerca de las cuatro de la mañana recibí el llamado del padre. A las ocho me levanté, agarro el teléfono y veo las llamadas. Ahí me dijo que venga a Buenos Aires porque Bella estaba mal”.
La mujer estaba trabajando en una pescadería de la costa argentina cuando sucedieron los hechos. “No me quiero imaginar cómo me la mató, lo que habrá sufrido mi hija”, dijo a Clarín sumergida en un profundo llanto.
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La relación de la madre con la madrastra
La nena vivía con su madre en Termas de Río Hondo, Santiago del Estero. Tras separarse, el padre se mudó a José C. Paz, Buenos Aires, donde tuvo un nuevo hijo con la madrastra de Bella. Como Rosa se fue a trabajar en las vacaciones a la costa argentina y no tenía dinero para llevar a la niña, la dejó al cuidado de su padre.
“Me hacía la vida imposible, no me dejaba ver. Me ponía horario de 10 a 13 horas y después de las 22 no podía preguntar por ella”, explicó la madre en alusión a la madrastra.
La madre también contó que el pasado mes de marzo, cuando volvió de hacer la temporada, abrazó a su hija con fuerzas y le observó una cicatriz y un golpe en el rostro. Fue entonces que le recriminó al padre, quien se excusó diciendo que se había quemado.
“Yo quería que mi hija fuera feliz con su papá y conmigo, pero no, pensé mal, no todos los papás son lo mismo”, añadió.
Vale aclarar que, según fuentes judiciales, cuando Rosa se cruzó con su ex pareja en la fiscalía, el hombre la amenazó al decirle que le iba a pasar lo mismo que a su hija. Entonces se le inició una causa a Nuñez.