René Álvarez esperaba el domingo con ansias porque iba a comer un asado con su hijo Tomás en la previa del partido de Talleres y Newell’s que se disputó en el estadio Kempes.
Pero ese plan que aguardaba con felicidad se truncó por completo al recibir la peor noticia. Pasadas las 5 de la madrugada, su hijo de 19 años murió en un terrible accidente en avenida Circunvalación.
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Tomás iba en el asiento trasero del Ford Ka blanco que despistó y volcó a la altura de barrio Jorge Newbery. El conductor, Agustín Varela (19), también falleció, mientras que Matías Sequeira y Abraham Caleb (ambos de 18) quedaron internados con graves lesiones.
En medio de la tristeza, su papá lo recordó como un “ser espectacular, divino”. “Era un pibe de 19 años que abrazaba a su padre todos los días y le decía ‘te amo’. Era un chico muy cariñoso... hermoso”, dijo al borde de las lágrimas en diálogo con Noticiero Doce.
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El hombre oriundo de Jesús María contó que Tomás se había mudado a la ciudad de Córdoba hace siete meses para trabajar. Los fines de semana regresaba a su casa para ayudar a su papá. “Extraño todo de él. Su llamado, esperarlo ver llegar en su auto, que se baje... era un ser especial”, agregó.
Además, dejó un emotivo mensaje de conciencia para el resto de los jóvenes: “Traten de vivir y de vivir en paz, es lo único que se van a llevar de esta vida. Por favor, sepan que tienen una familia que los espera, que tienen que ir y volver. Si te demorás media hora más para llegar, no importa... no por llegar 10 minutos antes vas a perder tu vida”.
“Excelentes pibes”
René también se tomó unos minutos para reflexionar acerca de las distintas versiones que circulan en redes sociales alrededor de la tragedia. Negó que hayan circulado alcoholizados y aseguró que todos son “excelentes pibes”.
“A mí no me tocan porque sé lo que era mi hijo, pero duele que la gente hable sin saber. Son chicos buenísimos, no estaban alcoholizados, jamás los vi tomados... coordinaban para que el que le tocaba manejar no tomara nada”, afirmó el hombre.