La mamá del primer bebé que murió en la seguidilla de fallecimientos sospechosos declara entre lágrimas y con una remera con la foto de su hijo Francisco.
Dijo que no había tenido ninguna complicación en otros dos partos y que ella no presentaba ninguna enfermedad. "Lo viví con mucha alegría, con mucha esperanza", recordó sobre su embarazo.
Repasó que el parto fue por cesárea programada y que cuando nació el bebé se lo mostraron y "estaba perfecto".
"La palabra de ellos fue 'acá está tu hijo, está todo perfecto'. Me lo acercaron, le di un beso, me arrepiento de no haberles pedido que me lo pusieran arriba porque hubiese sido mi único contacto con mi hijo sano", continuó, ya quebrada.
Luego, Vanessa pasó a otra cirugía para ligarse las trompas. En ese contexto, sostuvo, le contaron que a su hijo lo llevaban a terapia porque "tenía un problema cardíaco". "Me decían que su estado era crítico, que no había un cardiólogo de guardia, que se iban guiando por un cardiólogo por teléfono", acusó.
"Pedí que me llevaran con él, me suben a una silla de ruedas, me llevan con mi marido, lo conocimos. Estaba intubado, con una sábana, una doctora me dijo ‘se va a ir igual’. Vi mucho movimiento de gente alrededor de él y me calmaba porque decía 'se están ocupando todos de salvarlo'. Nunca se me hubiera ocurrido nada", recordó.