Néstor Soto asesinó a Catalina Gutiérrez en su departamento de Podestá Costa 3.110 y la llevó muerta en el Renault Clio hasta Pedro Echagüe al 3.900, donde la abandonó. Los datos se desprenden del análisis de las cámaras de barrio Jardín y Ampliación Kennedy y constan en el extenso expediente de la causa al que accedió ElDoce.tv en exclusiva.
Todo ocurrió en el lapso de 50 minutos, desde que la estudiante de Arquitectura llegó a la vivienda hasta que Soto la sacó arrastrando por la vereda. El tiempo coincide con la permanencia del celular de la víctima en el lugar, tal como aportó su hermana Lucía la noche del 17 de julio de 2024.
Aunque la reconstrucción de lo que pasó en esos 50 minutos en el departamento de Soto fue un trabajo complicado, la autopsia reveló detalles macabros que complican aún más al confeso asesino.
El estudio se hizo a las 3:45 del 18 de julio de 2024 y marcó que la muerte había sido entre 5 y 7 horas antes. Exactamente entre las 21:35 y las 22:41, como reveló ElDoce.tv en el informe especial.
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Golpes en todo el cuerpo, una marca clave y quemaduras
A Catalina la encontraron vestida con la ropa con la que salió de su casa para ir al bowling. En varias partes estaba quemada. Tenía lesiones de fuego en sus brazos, abdomen, pecho, piernas, cara y cabeza. Todas provocadas después de que había muerto. En el vehículo hallaron fósforos y a unos metros, en el descampado, una botella de alcohol etílico intacta, que parecía recién tirada.
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En distintas partes del cuerpo hallaron moretones, presumiblemente debido a golpes de Soto. El ojo izquierdo estaba morado, también por encima de esa ceja, en la sien y en la mejilla del mismo lado. Sus piernas, manos, muñecas y antebrazos también estaban morados. Se presume que Néstor Soto le dio esa golpiza para reducirla antes de estrangularla.
La forma en que la mató quedó clara por la marca que la víctima tenía en su cuello: una lesión de 2,5 centímetros de ancho. “Asfixia mecánica por estrangulamiento”, detalló el informe forense esa madrugada y aclaró: “De probable etiología médico legal homicida”. A la misma hora en la Jefatura de Policía, quien era su amigo se vio acorralado y confesó el crimen.
Cinta
Un elemento clave en la investigación fue una cinta que se halló en el Renault Clio. Se trató de un material gris de 4x15 centímetros que estaba quemado en uno de los extremos y tenía adheridos cabellos de color castaño, que podrían ser de Catalina.
A su vez, la autopsia mostró que el cuerpo de la estudiante de Arquitectura tenía “restos de pegamento en sus brazos y cabello, los cuales podrían ser compatibles con cinta adhesiva”.
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Es decir que la víctima pudo haber sido amordazada o haber tenido pegada la cinta alrededor de su cuerpo durante el crimen.
En uno de los allanamientos en el departamento de Soto, el 19 de julio de 2024, se halló un rollo de cinta adhesiva gris de 50 milímetros x 9 metros que estaba en una repisa ubicada en la cocina comedor. En el juicio se determinará si se trató del mismo elemento y qué hizo Néstor Soto con ella.
