Inmutable, Néstor Aguilar Soto escuchó la sentencia que lo condenó a prisión perpetua por el crimen de Catalina Gutiérrez. Con un puño en el mentón y mirando al tribunal siguió el momento del veredicto.
La Cámara Undécima del Crimen de Córdoba con jurados populares le dictó la máxima pena tras declararlo culpable de homicidio criminis causa, mediando violencia de género.
“Declaramos a Néstor Aguilar Soto autor de lesiones leves agravadas por mediar violencia de género, en concurso real con un homicidio mediando violencia de género y a la vez un homicidio que se cometió para lograr la impunidad”, explicó el presidente del tribunal, Horacio Augusto Carranza.
El juez señaló que “la ley para cada una de estas agravantes la única pena posible que prevé es la prisión perpetua”. De esta manera confirmó esa condena contra el joven.